onvenientemente ubicada, a solo unos metros de la calle Obispo, arteria fundamental del centro histórico, la casona, de estilo colonial, recrea la típica vivienda aristocrática cubana de principios del siglo XIX.
El celebre poeta negro Juan Francisco Manzano que durante varios años fue esclavo de los Marqueses de Prado Ameno, ganó su libertad gracias a gestiones benéficas de personalidades de la época como Domingo del Monte y José de La Luz y Caballeros.
La intimidad y el sosiego, así como la correcta conservación de frescos y arcadas originales combinado con la frescura del patio y la sobriedad de su decoración, invitan a descansar en un ambiente acogedor y de buen gusto.
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